Visitas hasta ahora

We are the ones who will make a brighter day

... yo todavía creo que puedo cambiar el mundo.

Puedo marcar la diferencia. Puedo ayudar. Puedo educar. Puedo dar. Voy a hacerlo.
Voy a pensar en ti antes que en mí. Voy a dejarte pasar si tienes prisa, te acompañaré si me necesitas. Porque mi tiempo no es más valioso que el tuyo. Porque mi vida no es más importante que la tuya. 
Es más, tú haces mi vida importante... Y no te conozco de nada.

Pero gracias a ti, compañero en el camino, vivo. Gracias a ti y a todos los que te rodean. Gracias a todos los que están conmigo y los que no lo están. Todos formamos parte de lo mismo, todos estamos unidos, lo creas o no. Lo que tú usas yo lo fabriqué, lo que yo como tú lo recogiste. 

Lo que yo le haga a este planeta te repercutirá a ti. Y a tus hijos. Y eso me afecta, nos debiera afectar a todos. No pienso en el mundo que le voy a dejar a mis hijos: pienso en el mundo que le voy a dejar a los tuyos, que seguro que no tienen ni la culpa ni la menor idea de nada de lo que está pasando.

Bondad. Aún creo en la bondad. En actuar en pos de los demás. En hacer lo posible por hacerte feliz, porque tu vida sea plena. Porque así me doy cuenta de lo fácil que es ser feliz. Te voy a dar los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches. Te voy a dar las gracias, y lo haré de todo corazón. Te ayudaré a levantarte cuando caigas, aunque no te conozca de nada. Te dejaré sentar allí donde esté sentado, no importa la edad que tengas, pues mis piernas podrán descansar en otro momento. 

Te regalaré libros y te enseñaré a leerlos. Te animaré a que pruebes el deporte, te enseñaré a nadar. Y no lo haré porque yo crea que es algo bueno para ti; haré todo eso por si algún día tú lo crees y lo quieres hacer. 
Ante todo, no te obligaré. Te enseñaré a creer en las personas y en su capacidad. Te enseñaré que para ser un jefe de empresa, un capitán, un director o un presidente, no tienes que ser el mejor en lo tuyoTienes que ser el que saque lo mejor de los tuyos. 
Te voy a enseñar todo lo bueno que hay en ti, porque el mundo necesita gente como tú. Por favor, quédate con esto. Necesitamos personas. No esperes que lo hagan los demás, tú eres el que puede mover esto.

Y ahora, fíjate. Cada vez que vas a decir algo malo de alguien, durante una fracción de segundo pasa por tu mente la idea de no decirlo, de que quizás no sea necesario, que es un mal evitable. Es una decisión. Decide reprimir esa basura. ¿Qué consigues? Ganarte a un grupo haciendo daño a otro. Subir tú haciendo bajar a los demás. 
¿Sabes? Yo no subí hasta aquí solo. ¿Acaso tú sí? Muchos nos han ayudado sin pedir nada a cambio, nos han dado sin esperar, nos han enseñado. Y ahora sólo pensamos en subir más, y más... dando patadas a los que nos siguen.
Ayúdales. Hazles mejores, dales una oportunidad como te la dieron a ti. Quizás no hoy, ni mañana, pero te lo agradecerán. Y quizá tarde en llegar, pero ese día sentirás lo que yo hoy siento, y te prometo que no hay nada mejor. 

Si hoy este pensamiento consigue hacer saltar una pequeña chispa en tu mente, mi buen amigo, por breve que sea... Si sólo consigo hacerte pensar un momento en ti mismo, y hago que veas lo importante que es tu forma de hablar y tu forma de actuar para todos los que te rodean, entonces ya puedo darme por satisfecho.

Mi mente no alberga duda. Tengo una meta, tengo un objetivo en la vida, algo a lo que deseo dedicarme con todas mis fuerzas. Quiero formar personas. Quiero marcar tu diferencia. Quiero ayudar. Quiero educar. Quiero dar. 

Y voy a hacerlo porque... yo todavía creo que puedo cambiar el mundo.